lunes, 3 de enero de 2011

Clima

Quelas palomas se dejen caer encima de la calle
Para que un vetusto montañón de hierro y plástico
Las haga parte del asfalto, no tiene demasiado sentido.
Así como millones de cosas carecen de sentido coherente.
La mente de la naturaleza se ahoga en pesares burdos
Y malolientes recorridos, donde la mierda es la compañía
Preferente de sus pisadas.

Que sucias están mis manos,
Tan llenas de lodo;
Que por más lavadas y pasadas bajo el agua
Parecen no cambiar el color achocolatado al voltearlas
¿o mis ojos son los sucios?

Estornudo el polvo que intoxicada inhalo del ambiente
Pero no mata, solo deteriora
Mientras en el vidrio se reflejan imponentes nubes grises
Que se ríen y caminan por el cielo,
Como quien corriese una maratón.
Acusan lluvia, acusan al sol de esconderlo y no dejarlo salir,
No dejan que ese gaseoso astro flote a libertad
Por sobre esos arboles que se inclinan ante el viento
Y lo reverencian.

Que castigador es el clima con nuestros cuerpos terrenales.
¿O seremos nosotros quienes pagamos de alguna forma nuestra culpa?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las culpas no son nuestras sino que compartimos nuestros males con todos.