domingo, 9 de septiembre de 2012

Cuenta Regresiva


10
Años vagando en las letras, tratando de hacer y deshacer con ellas, tratar de crear mundos, tal vez más fantásticos, tal vez más reales que la misma realidad. Pero escribiendo, si, solo escribiendo

9
Versos, los primeros, si, los primeros  en donde descargo mi dolor por la mentira, el engaño y el descaro de una continuidad con aquella falacia. ¿Qué clase de persona sois fabricando un mundo completo? Una vida, una familia, hasta un perro. Mentira, una vil mentira

8
Días en los que me pasé con insomnio, mirando al conocido galán de mi techo blanco, con intenciones audaces de inspirarme, pero no fue capaz de inculcarme aunque sea una línea, una palabra, un tema, nada,  solo estábamos yo y él. Sentada frente a la computadora y el sobre mi cabeza

7
Horas mirando televisión, sin observar nada especifico, la idea era hacerla sonar para que creyesen que la estaba viendo. Por que no tenia nada que hacer, por que ya lo que tuve que estudiar lo estudié. Lo que tenia que repasar lo repasé, ahora solo me quedaba sentarme a mirar la televisión, haciendo creer al mundo que realmente era emocionante aquel programa

6 a 5
Escritos inconclusos. No hay ideas para terminarlos, están ahí, en un cuaderno con el lápiz entre los espirales, esperando a que haga uso de su tinta aunque sea para rayarle algunos garabatos, lo que sea. Pero ahí me sigue esperando

4
Meses sin ir a mi amado sur, sin ver aquellas montañas nevadas, sin sentir aquel frío que cala los huesos, sin ver lo verde de cada uno de sus rincones. Soy una persona que nació en la naturaleza y quiere morir en ella.

3
Motivos los que sirvan de esperanza, para las muchas cosas que tengo en mente. No me soluciona la vida ser una persona futurista e imaginativa, solo me complica mas la existencia, por que no tengo nada concreto en las manos y solo poseo fantasías, solo castillos en el aire.

2
Minutos que me llevó el levantarme de mi cama, dándole frente a cada día de mi vida, a cada rayito de sol que entra por mi ventana, a cada gota de oxigeno que inhalo. Y también por cada persona que tengo la dicha de conocer.

1
Momento a solas con mi conciencia, la que me regaña cuando las cosas que hago no son buenas, cuando me arrebato y las hago sin pensar. Es la única que se atreve a jalarme de las orejas y decirme: ¿¡¡Qué carajos estás haciendo!!?

0
Solo retrocedo, asi, con numeros organizo mi existencia, mi vida y las cosas que normalmente hago

Nada…  jaja aquí no hay nada,  solo mi cuenta regresiva…

viernes, 4 de mayo de 2012

Soñando Sentado

Estaba sentado en su sillón predilecto, con la mano sobre aquel teléfono gris. De vez en cuando lo miraba de soslayo, como si esperase alguna llamada importante. Pero el no se inmutaba en sonar.
 Y es que la verdad de las cosas es, que era habitual que se sentara en el mismo lugar con la misma expresión en el rostro y con la misma mano en el mismo teléfono, dando la misma impresión de esperar alguna llamada. Ha estado así desde hace más de 7 años.

 Hace 7 años atrás, el era un hombre joven, de cuerpo bien agraciado, un buen trabajo y una vida plena junto a su familia. Era la envidia de todo aquel quien tuviese la oportunidad de intercambiar alguna palabra con él. Lo tenia todo; una casa bien amoblada, dos hijos perfectamente educados, una esposa que a pesar de sus cuarenta y tantos, se mantenía en total apogeo, un auto último modelo, una amante; bueno la verdad unas varias. De las que nadie supo nunca y ni su esposa llegó a sospechar. El era demasiado inteligente y tenía todo bajo control.

Un jugoso sueldo a fin de mes, una que otra regalía por ser el que mejor desempeñara su labor, incluso algún bono con dinero extra. ¡A quien no le iban a dar ganas estar en su pellejo!
Ser el centro de atención de los demás, engendrándoles envidia, le causaba mucha gracia y lo hacia sentir realizado. Incluso sus amigos no eran de la calaña de sus compañeros de trabajo, eran ni más ni menos los hijos del gerente de la empresa en la que trabajaba. De vez en cuando lo invitaban a jugar un partidito de golf o de tenis. El era un ex campeón nacional de tenis y un aficionado del golf, pero su orgullo era mucho menor cuando se trataba de jugar con aquellas amistades, dejándose ganar “limpiamente” por que eran muy buenos jugadores esos muchachos, pudieron haber sido profesionales.

Cada vez que llegaba a su casa, su esposa lo recibía con los brazos abiertos y una sonrisa que de haber sido mayor le hubiese llegado hasta las sienes. El de manera muy galán se acercaba a la madre de sus hijos y le daba su bien merecido beso de buenas tardes y le dedicaba una sonrisa encantadora. Los niños en ese momento no se encontraban en su hogar, aun permanecían en el colegio. Iban a uno de los colegios más caros de la ciudad. El quería que sus mayores orgullos fuesen dueños de empresas y los más astutos en todo cuanto se propusiesen. Como él.
Entraba a su hogar, siempre acogedor; el que siempre añoraba cuando se acercaba la culminación de sus horas de trabajo. Miraba a su alrededor e inspiraba una gran bocanada de aire, hinchando sus pulmones y levantando los hombros. Exhalaba conforme. Le gustaba todo cuanto veía, era maravilloso ser el.
 Se sentaba siempre en la cabecera de la mesa para comer, era el jefe de hogar así que le correspondía por ley aquel lugar. El lugar de su esposa era siempre a la derecha y el de sus hijos, uno frente a él y el otro a su izquierda.  Estaba todo fríamente estipulado y nadie se salía de lo ya establecido. Eran sus reglas por sobre todas las cosas
La hora de la cena era siempre con la familia completa. Sus hijos ya llegados del colegio desde hacia más de una hora, con las manos limpias y bien arreglados hacían acto de presencia en sus puestos establecidos en la mesa familiar. Su esposa, quien organizaba el arreglo de los utensilios y de la preparación de la comida era la única que no hacia presencia en la mesa puesto que su labor era el servicio de la comida. Para que contratar una empleada si la tenía a ella, además nunca se ha quejado diciendo que no le gusta lo que hace, es más, hasta parece disfrutarlo.

Servida la comida, la esposa tomaba posesión de su puesto y se preparaba a hacer la bendición que normalmente iniciaba el jefe de hogar, el que en varias ocasiones le cedía aquel privilegio a alguno de sus hijos, para que desde ya internalizara sus costumbres y que en algún futuro el las enseñara a sus hijos.
Esta vez el jefe de hogar tomó la palabra, dando gracias por los alimentos que iban a ingerir en ese momento. Y empezaban a engullir aquella comida que con tanto cariño hizo la mujer de ahí. Madre y esposa a la vez.
  
-que bien se siente soñar toda esta mierda…- acomodándose hacia el otro lado y cruzando una pierna, sin quitar la mano del teléfono.
De verdad estaba solo, la televisión chirriaba frente a el, pero aunque tuviese el control al lado, no se molestaba en cambiarle canal. Le gustaba el ruido, lo hacia sentirse menos solo.

Miraba el techo, luego hacia un lado, veía las paredes con una capa considerable de polvo, los retratos sobre la mesa de centro, las figuritas de loza y la chimenea perecían victimas de los años. Estaba todo tirado y en desuso.
Tenía las manos llenas de lodo, y es que hacia un par de horas había trabajado con la tierra, removiéndola y haciendo un par de agujeros,

-hay que hacer esto de una buena vez- se dijo mientras enterraba la pala – esta mujer no me va a dejar tranquilo si no meto esto bajo tierra- dijo riéndose mientras se tiraba unos baldes de agua para refrescarse, era un día caluroso y trabajar a pleno sol era sofocante.
Luego de haber hecho su trabajo se dirigió al buzón de correos y depositó un pequeño sobrecito. Entro a la casa.

 Al fin luego de un rato, se decidió a cambiar la Tv, estaban transmitiendo un programa par hacerse millonario
- tontos incrédulos que creen en esas estupideces- dijo mientras levantaba ambas manos, era la primera vez que separaba su mano del teléfono. Pero luego recuperó la compostura y volvió su mano al sitio que le correspondía.
Siguió cambiando de canal, había una película de vaqueros, una serie en inglés con subtítulos,  el canal de dibujos animados
 - y pensar que a estas horas ellos veían estos dibujos jajaja hay que muchachos estos- sonriendo, cambió al canal siguiente, en el que había unos anuncios de maquillajes y set para la belleza
 - Roxana tenia de esos mismos, pero la muy torpe los usaba casi nunca!- cambió de nuevo de canal y se encontró con un partido de básquetbol. Decidió que mirar algo de deportes le haría bien, al menos lo distraería un buen rato.
  
Sus hijos, ya habían crecido bastante. Eran de 14 y 16 años, todos unos adolescentes, hasta tenían sus respectivas novias. El inflaba el pecho como quien fuese paloma y los veía en la acera de la calle paseando con ellas, uno era mas astuto que el otro y se le abalanzaba de manera muy fogosa a la pobre muchacha que no le quedaba otra mas que seguirle, algo confundida pero luego de un instante todo se hacia mas tolerable incluso le llegaba a gustar.

- A mi salió ese campeón!!- decía golpeándose el pecho, con euforia, lo enorgullecía. A diferencia de su otro hijo, era más sensible con la chica que presentaba como su novia, era delicado y detallista, unas flores un dulce, una cinta para su cabello, un beso en su mano, lo suficientemente tierno como para hacer que su chica se derritiera ante el.

- ese chiquillo es un marica!! Como tratar a una mujer asi! Ellas necesitan un hombre! Un brazo fuerte!- decia empuñando la mano, enfurecido. Su mujer lo oia y agachaba la cara, prefería seguir con sus labores a oír el ego de macho inflamado que tenia su marido.


Al llegar a casa sus dos hijos, el se disponía a darle su charla de cómo tratar a sus novias y regañaba poderosamente a uno de ellos por parecer homosexual a la hora de estar con “su chica” ya que a la hora de decidir estar con ellas eran de su propiedad. El solo lo miraba y asentía, aunque en lo que le dijese le entrara por un lado y le saliera por el otro

-no soy ciego viejo estúpido, crees que no se como tratas a mamá y de lo humillada que la haces sentir- decía para si el muchacho, no tenia el valor para encarar a un hombre corpulento, que le doblaba en edad y el costeador de todos sus gustos y estudios. No, aun no era el momento.

 -¡¡¡¡¡Bieeen!!!!! ¡¡Idiotas!! ¡¡Ya era hora que ganaran!!- dijo levantándose del sillón de un golpe, riendo a carcajadas, los locales habían ganado esta ronda y estaba feliz. Pero luego volvió a tomar su lugar, misma posición, misma expresión.
   
Pasaron dos años desde que sus hijos se graduaron. Uno fue a la universidad y el otro estaba en la marina. El y su esposa se quedaron solos viviendo en aquel hogar. La situación era la misma, mismo trato y misma forma de vida, ya sus dos causantes de gastos; como en algún momento dijo, estaban fuera de su hogar y eran capaces de sustentarse solos. Ya no mas gastos extras, ahora se trataba de su bienestar y solo eso.
  
Su esposa desapareció de la nada, solo se llevó consigo el automóvil, el gruñó creyendo que se había fugado con algún amante que tenia la “perra esa”
No quiso ir en busca de ella y mucho menos dejar alguna constancia de que lo habían abandonado, menos del auto, ya el podría comprarse uno nuevo. Había que mantener la apariencia de familia feliz y hombre satisfecho.

Sus hijos vinieron tiempo después, a reclamar por su madre, de la que no tenían noticias. El les dijo que la “puta” de su madre se había fugado con un amante que tenia desde hace años. A esa la querían mas que a el ¡a esa! ¡a la que en secreto se veía con otro!
Se quedaron sentados y callados por un largo rato, el los despacho respectivamente en sus autos y de ahí nunca mas supo de ellos. Tampoco fue en busca de ellos ¿¡para qué!? Eran unos malagradecidos.
  
Seguía con su mano en el teléfono, reía un poco de las cosas de antaño, las que en algún momento lo hicieron ver como un Señor, al que le levantaban el gorro para saludar, el que provocaba emoción si les devolvía el saludo. Esa era su vida.

Recordaba la manera de cocinar de su mujer, exquisita, delicada y los detalles que se esmeraba en colocar. Cada día era una mesa distinta, aunque la compañía fuese igual.

Sus hijos, que a pesar de su ingratitud, fueron los hombres mas buenos que pudo haber formado con su mano dura y con su esfuerzo


RIIIIIIIIIING!! RIIIIIIIIIIIING


Se levantó de un salto, el que hizo que perdiera el hilo de su pensamiento. Cogió el auricular y se lo acercó al oído

-¿hace cuanto que está ahí?
- desde siempre
- cuanto llevan ellos ahí
- 6 años-  mentía
- Su carta dice desde hace 7 años, si me miente no voy a poder ayudarlo
- está bien! Si, son 7 ¿ya fueron por ellos?
- los están sacando
- ¿y yo que hago ahora?
-no se preocupe- sonó el timbre de la puerta – usted tiene que venir con nosotros
- ¿me van a esposar?
- claro! Es parte de nuestro trabajo
- de acuerdo! Pero no deje que me vean los vecinos –dijo mientras iba caminando hacia la puerta con el teléfono en mano
- eso no se lo puedo asegurar, ahora ábrame la puerta por favor- sonó de nuevo el timbre
- ok - abrió la puerta y se encontró con un hombre de contextura gruesa, tenia un celular pegado en el oído sujetado por su mano
- ¿ya es hora?- dijo colgando el teléfono
- si señor ya es hora- lo tomó del brazo y lo esposó haciendo que el teléfono del hombre cayera al piso y se deshiciera en el impacto -Eduardo Mejias, queda usted arrestado por el homicidio de….


Que bien se siente soñar toda esta mierda….

sábado, 21 de abril de 2012

Barco


Eres un barco, que jamás ha ido a la deriva
¡De proa a popa firme!
Mil y un fortunas guardas en tus adentros
Y eres el mejor en cualquier océano

Solía mirarte navegar, sobre ríos, sobre lagos
Sobre tormentosos mares con sus tempestades
Y jamás te vi caer, ni blandear

A veces escuchaba tu madera de 46 años crujir
Sudorosa, algo rencorosa
Por que los años tienen sus efectos
Más no han flaqueado a pesar de los malos tiempos

Sabías muy bien hacia donde dirigirte, como movilizarte
Como acariciar con tus velas las tranquilas brisas que te daban libertad
Le entregaban sabiduría a lo que eras
Le entregaban vida a tu naturaleza

Eres el barco más grande entre los grandes
De molde único
Ya no existen, ni existirán como tú
Aquellos barcos una vez hechos, sus moldes fueron quemados
/Y el arquitecto, asesinado/
Muchos han envidiado y envidian tu coraza
Tú forma, tu estructura
Tu imponencia
Muchos quieren imitar tu esencia
Y muchos otros te han querido destruir
Pero nadie nunca te va a poder igualar, ni mucho menos dañar


Eres un barco de tomo y lomo
Hecho de madera del sur,
Esa madera infranqueable e incorruptible
Que vive 100 años y más

Sigue navegando papá, aún hay océanos que conquistar…
Feliz Día

martes, 6 de marzo de 2012

Un poco de felicidad


Frecuentaba los bares cercanos a su pequeña casita ubicada en la esquina de la calle. Se sentaba en el mismo lugar y solía pedir la misma cantidad de licor al cantinero. Pasaba horas recorriendo con el índice el borde superior del vaso, sin probar de su contenido. De vez en cuando traía consigo un diario, el que hojeaba sin detenerse para leer. Lo repasaba una y otra vez sin detenerse en página alguna, solo al final de la edición, para voltearlo y volver a comenzar.
Tenía ojeras, como cualquiera de su edad, ojos cansados y dolorosos. Se notaba en la ropa que llevaba el paso de los años, más que en su propia expresión facial. Llevaba la misma ropa siempre que entraba a los locales.
Se sentaba en una pequeña mesa individual cercana a la barra de tragos, a veces se estiraba y miraba a un punto fijo perdiendo la vista en el lugar, hasta que una pequeña mueca que podría considerarse como sonrisa, lo volvía al mundo real.
De vez en cuando, hacia rechinar los dientes, dando la impresión de estar nervioso. Frotaba sus manos y las acercaba a la boca para darles calor y acercaba su vaso a la boca pero sin dar un sorbo.
No se veía feliz, estaba solo frente a una infinidad de personas que entraban y salían del bar, muchas de ellas en calidad de bulto, por las copas de más que les alteraba la coordinación y el habla. Él solo los miraba, moviendo la cabeza negativamente, volviendo la mirada al punto fijo perdiéndose nuevamente en su mundo.
Hubo una única vez, en que se sentó en la silla frente a su mesa un hombre mucho menor que él. No se dijeron nada por un largo periodo de tiempo, ni se miraron a la cara. Pidieron el mismo licor, el joven tomó el contenido del vaso en un sorbo mientras que él ni siquiera se inmutaba en tocar el vaso.
De pronto el joven se levantó quedando de pié al lado de la mesa, mirando hacia el suelo. Movió la boca tratando de articular alguna palabra, pero solo pudo decir una sola:
- Te quiero
Y así sin más se marchó.
Puede parecer una pobre representación de cariño, una escaza intención de expresar sentimientos, una nula sensibilidad frente a la situación, pero a veces esos pequeños, insignificantes detalles hacen una gran diferencia.
Dos días después de aquel suceso, aquel hombre decidió que era hora de dejar de visitar los bares y descansar por fin en su casa, encontrándolo dormido, con una sonrisa en su rostro.
Fue así como lo enterraron, con esa expresión de satisfacción, de regocijo. Nunca esperé ver el rostro de una persona muerta que francamente tuviera un semblante aun mayor de vitalidad de lo que tuvo en vida.
Solemos ser fríos, insensibles con el dolor ajeno, ojeamos mil veces nuestra vida tratando de reparar errores, perdiendo demasiado de nuestra vida en pequeñeces. No somos capaces de darle un sorbo gustoso a la vida y nos encerramos en las mismas desdichas, redundando en las mismas penurias, hasta que nuestra propia conciencia, jovial y atrevida, a la que muchas veces dejamos abandonada, retoma presencia en nuestras vidas.

¿Cuanta falta nos hace que alguien nos diga te quiero? Pero si nosotros no nos queremos, frente a nuestras virtudes y defectos ¿Por qué esperar reciprocidad del resto del mundo?

Hubo una vez un viejo que murió feliz. Frecuentaba los bares cercanos a su pequeña casita….

miércoles, 15 de febrero de 2012

Improvisando

Ser poco prudente y poco inteligente decir
Que las experiencias nos castigan, más no es así
Cómico es culpar a situaciones que nosotros mismos hemos provocado
El destino tiene mil caras y no nos damos cuenta
Se viste de gala y bajo tanto lujo no hay más que tierra y huesos


Valorar cada detalle de esta vida
Es realmente prudente e inteligente
Volvería a recorrer caminos que algún día transité
Pero con una nueva perspectiva
Con otra expresión y con un arma de respaldo: un poco de experiencia


Para mi que hay menos camino recorrido que el que nos queda por recorrer
Que hay más piedras con las que tropezarnos que caminos limpios e impíos
En que hay menos arboles que sombras para cobijarnos del sol
Más libros, que nunca podremos leer


Solo se que nada se y nada se por que así pretendo que sea
Culpamos de nuestra ignorancia a la cantidad
Siendo que ignorantes somos por nuestra calidad


Cobijamos el miedo de nuestro ser
Engañando al mundo, viviendo fantasías
Mintiendo, robando vidas, matando
Y nos creemos inteligentes, falsamente inteligentes

lunes, 30 de enero de 2012

Quiero Gritarte Mundo

Saben quisiese de cierto modo gritarle en la cara al mundo; siempre y cuando tuviese cara, ya que sería mas fácil. ¿Porqué? Muy simple, así se podría escuchar en cada lugar y se sentiría la onda sonora de un grito ensordecedor, el que dejaría sordo al mundo.
Quiero gritarle al mundo, para liberar tensiones, ahogos, malas experiencias y desastrosas decisiones. Sería más simple, de alguna manera echarle la culpa al mundo por esto. Aunque él, lo único que haga sea albergarme en sus largos terrenos.
Quiero gritarle al mundo y sentirme aliviada, descansada, con un peso menos en los hombros y tener la certeza de que respiraré tranquila luego de hacerlo. Me gustaría poder gritarte mundo.
Me gustaría tenerte en mis brazos y apretarte a tal extremo en que tú también grites, pero de dolor y liberar una sonora carcajada mientras te deformo.
Quiero tragarte mundo y que te hagas nada, así tal cual, ni siquiera masticarte, solo tragarte y no digerirte.
Mundo me caes mal…
Mundo que haría sin ti, me rio plácidamente de cada línea, de cada estrofa, parece tan absurda, pero tan natural. Preferiría solo que rieses conmigo, pero se que no va a suceder
Te quiero gritar mundo, y quiero que lo escuches, lo captes, lo interiorices lo guardes como un recuerdo y lo lleves a todos lados. Quiero que todos se enteren de que te grité y te dije todo lo queme desagradaba de ti y de lo cobarde que fuiste al no responder, al esconderte tras el sol y no volver jamás.
Me gustaría estar frente a ti y gritarte, por primera y última vez
Eres un cobarde…

sábado, 21 de enero de 2012

Apagada


Nos apagamos
Y sentimos que se nos olvidan los detalles
Que hay cosas más importantes
Las que nos hacen mirar de frente
Nos extinguimos
Mirando como nuestros corazones se desgastan
Como botamos ramos de flores en el basurero
Por que ya nadie las recibe
Nos oscurecemos
Pasando mas en la noche que en el día
Extrañando más de la cuenta
Creyendo que aquel no nos recuerda
Nos opacamos
Y gritamos lo que nos falta
Rayamos nuestra cara para que se entienda
Pero aun así parece no entender
Y te me escondes corazón
No logras entender que me desangro
Que me muero…
Que te necesito….
No te alcanzo, no te puedo alcanzar
Te me deshaces en las manos
Y ni un vestigio queda de ti
Te vuelves nada…
Y no te suelto
No he de soltarte, de dejarte ir
Estás fusionado en mí
En mi aire, en mi boca
En mis ojos
¡Te escupo en la cara mundo!
Por tenerme en estas condiciones
Por hacerte extensa
Eh inalcanzable hoy
No permito sentirme así
Pero es algo que no se puede evitar
No lo puedo evitar
Solo quiero un abrazo….

domingo, 15 de enero de 2012

No lo se

A veces imagino un mundo distinto, surrealista, carente de sentido en donde las distancias se acortan y donde el tiempo se hace intangible.
A veces imagino que los sueños son reales y que el sentir la mano amada durante el sueño es signo de que la tienes al lado y que nada ni nadie la puede arrebatar
a veces imagino tantas cosas.....
A veces sonrio en las mañanas pensando ¿Qué harás? ¿Cómo estarás? o solo sonrio guardandome un pedacito de tu imagen, hasta que se acabe mi dia para poder liberarla en mis sueños y dejarla a merced de sus actos
A veces, o tal vez siempre; me perderia en tu mirada, en tus brazos y hundiría mi rostro en tu pecho, no dejaria que me soltaras; que me dejaras. Y te robaría un beso, uno, para que exigieses más, para que añoraras un poco más....para que quedaras con ese gustito a poco.
Me gustaria sentir ese calor tuyo, que me muestras con tu mirada, ese sabor dulce que expelen tus palabras y que embriagan; con esa fragilidad que no todos mostramos, con esa debilidad y carencia de amor que me gritas cada vez que te veo....la que espero cumplir, la que espero llenar.
No lo se, el decir "a veces" son muchas veces y han sido pocas desde que te conosco, demasiado pocas y me gustaria vivir más, muchas más.

jueves, 5 de enero de 2012

Vagamos

Rompemos el silencio
Como cual trueno que atraviesa una noche de tempestad
Terminamos sin haber comenzado
Majaderías de juventud

Robamos las luces de la noche
Las cortamos y nos las echamos a la boca
Más no fuimos capaces de tragar
Nos atoramos y escupimos

Mis manos fueron atadas
Y con el hilo que las detenía corté mis muñecas
Sangré y seguí sangrando
Más no morí desangrada

Tertulias, momentos inconclusos
Partituras de una canción desolada
Vehemente, pero dolorosa
Fatigosa, así como cuando el sol
Se esconde al atardecer

Vagabundos de un destino inconcluso
Testigos de un día, dolientes de una noche
Clavados en los punteros de un reloj,

Que no deja de girar.