domingo, 13 de julio de 2014

Escribir de amor


A-M-O-R escribirlo es fácil ¿verdad?
Pero escribir sobre él ¿tendrá la misma facilidad?

Escribirle al amor, es como tener todo el tiempo del mundo, para subirse arriba de nuestros techos y contar las estrellas que hay en el cielo. Simplemente es algo agotador. Escribir  por amor, tiene el mismo sentido, implica sentir aquello que muchos otros han sentido pero plasmarlo entre un par de palabras que quizás estén mal empleadas, inclusive mal dichas, sin embargo, siempre habrá quien comprenda hacia donde queremos llegar con esos sencillos, o tal vez complejos, términos.
Escribir de amor, es sin duda lo más difícil, considerando la idea de que muchos no sabremos si realmente vivimos aquel verdadero y solo estemos probando el sorbo amargo de la experiencia. Hasta el final de nuestros vagos días tendremos la lejana opción de dilucidar si aquello que nuestro corazón vio como amor, sea realmente lo que el concepto signifique; aunque ni yo sé cual es realmente el concepto claro del “amor”
El amor lisa y llanamente es una metáfora de un conjunto de sentimientos y sensaciones que habremos de reducir en un solo concepto para tratarlo de manera más sencilla y digamos, poder generar aquellos acrósticos tan bonitos que algunos autores usan para sus trabajos (inclusive el mío)
Amor es desde la biología hasta lo efímero de un sentir, un concepto inclaro, inocuo, inoloro e incoloro, es, más bien diría yo, como el agua.  Enfrascable en un órgano corporal, destructivo, transparente (mientras esté limpia) bella, incomprensible e indomable.
Ahora, de la misma forma, podríamos compararla con un sinnúmero de cosas, con un sinnúmero de objetos de la naturaleza, inclusive relacionarla con alguna parte de nuestro organismo. Más sin duda quedaríamos cortos en la expresión.
Entiendan que por más que queramos escribirles sobre el amor, para el amor y del amor, nunca cumpliremos con todas aquellas largas expectativas que el planeta nos ha impuesto; desde las vacías y lloronas películas hollywodenses hasta los libros de García Márquez donde su realismo mágico nos incerta en realidades totalmente lejanas a las que vivimos, mas sin embargo, no alcanzan sus sabias palabras para completar el término; Amor.
Desde mi perspectiva, escribir por amor es sin duda lo mejor. Esas vocesillas que siento cuando el corazón me palpita más de la cuenta, me hacen agarrar el primer lápiz que encuentre y embarcarme en las primeras líneas provocadas por tan absurdo y tormentoso sentimiento.
 Abordar ese barco que compondrá algo que mi corazón exige que plasme entre palabras y aún así me quedo con gusto a poco, porque siento que no era precisamente lo quería yo decir.  Escribir por amor para mí es un total misterio, aunque sea de mi favoritismo, gozo cada vocal que sale a causa de ello. Pero, sigo sintiendo que todas mis letras están inconclusas e incongruentes, por la sencilla y complicada razón que cuando escribes por amor, tienes que cumplir con las expectativas personales, con esas líneas alegóricas e invisibles que te pones, frente a aquellas palabras que realmente quieres poner  y las que realmente salen en esos segundos (verborrea artística); y sinceramente JAMAS he cumplido con mis expectativas, lo cual es bastante frustrante.   
Podría decir que escribir AMOR es fácil, son solo un par de letras, pero escribir en relación a él es realmente una completa hazaña. Pero me sigo arriesgando.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es tan difícil escribir sobre el amor que espero ver el producto de tu riesgo.