sábado, 27 de noviembre de 2010

Locura

-¿Cuanto me das? 
-¿No se? ¿Cuanto cobras? 
-30.000 
-¡Es mucho! 
-Tómalo o déjalo- 
-No lo sé -
-No me hagas perder el tiempo, puedo encontrar a algún cliente mejor- 
-Está bien- 
-¿Donde? -
-En el motel de la esquina- 
- de acuerdo, pero me tienes que llevar, no voy a ir caminando- 
-si, pero bájate un poco la falda para que parezcas decente- 
- ¡no te metas con mi ropa imbécil! -
- bueno como quieras…

Que mierda de vida es la que me toca vivir, soy un asco, pero no hay nada mejor, es así… 

-¿cuánto cobra por una habitación?- 
-¿vienes con una puta?...entonces 80.000 -
-oiga ¡¡como que puta, viejo desgraciado!!- tomé al desaliñado sujeto de la polvorienta camisa a cuadros que traía y mi mano se apuñó para caer directamente a su cara
-¡suéltame perra! ¡O no los dejo entrar!- 
-¡¡suéltalo!!- 
-está bien…pero no vuelva a llamarme así! – me sentí patética
-¿y como quieres que te llame? ¿Inocente jovencita?-soltó una carcajada que rebotó por todo el lugar-no seas ridícula- 

Los tratos son así, soy basura para cualquier hombre sano y decente; una cualquiera, pero es cierto no hay nada mejor, es así… 

-bueno ¿y ahora? 
-sácate la ropa, estúpido!- 
-está bien- se desvistió mientras yo sacaba lo poco de ropa que traía sobre mi y dejaba en una silla coja cerca de la cama.
- ¿como quiere hacerlo?- 
-como tu quieras –
-Básico, no sabes de esto ¿verdad?- 
-la verdad, tu eres la primera- 
- bueno, no es algo que quiera saber, ni mucho menos platicar. Tírate en la cama... -
-me gustaría a mi encima -
-está bien como quieras…-

Se hace rutinario, ya no sientes placer, tus músculos se adormecen, y solo ves al tipo que está sobre ti gemir y moverse. A veces se pasan de listos y te quieren besar pero corres tu cara para mirar hacia otro lado, aunque ellos quieran obligarte, aunque ellos quieran presionarte. Es cierto, es así… 

-ah…a….agh…..ah….ah… 
- deja de quejarte- 
-cállate- su mano se fustigó de manera veloz en una de mis mejillas
-oye que te pasa imbécil!- 
-¡cállate!- vuelve a golpearme, esta vez con más intensidad
-¡ah no, yo así no trabajo!- lo quito de encima y me levanto 
- ¡¡tu no te vas a ningún lado perra!!- me sostiene de las manos 
- ¡¡suéltame!!- me trato de zafar pero mi contextura delgada no es suficiente para aquellas duras manos que me mantenían en ese lugar
-¡¡no, tu no te vas!!- me tira a la cama de nuevo y con las sabanas me amarra los brazos y las piernas 
-que haces…¡¡déjame ir!!- 
- si claro... -
-voy a gritar- la amenaza no surte el efecto que esperaba así que hago efectivo mi ultimátum –AAAhhHH!!!! ¡¡¡Suéltame!!! Aaah!!Auxilio!!!!- me calla otro golpe sordo con un madero en la frente, el que me deja algo inconsciente, pero sigo tan consiente como para mirar lo que continuaba.

-ahora si, prostituta asquerosa, vas a ver…. – golpea mi vientre, y ya casi sin sensibilidad en el cuerpo por el azote que me dio en la cabeza, no siento, pero si veo… 
- me das asco- seguía. Mordió uno de mis pezones, el que arrancó de un tiró, dejando que mi sangre adornara el colchón bajo mi cuerpo
- me das nauseas- no paraba.
A esto y mucho mas te tienes que someter por ser una cualquiera, es así…. 

-no puedo dejar que te toque nadie mas, no mereces vivir cerda!!!-
Una pistola en mi sien, hizo que no viera más lo que hacia; solo escuche el clic cuando la cargo. Me hizo ver la noche, una noche sin estrellas. Ya no siento, estaba sola y tranquila, no sentía frio ni calor; era diferente…
Confusión…
 ¿Donde estoy? 
¿Que pasó?… ¿será que me he perdido?... ¿o estoy encerrada? No, no, no, ¡¡sáquenme de aquí!! ¡¡¡no me gusta la oscuridad!!! 
-¡tranquila Lorena! -
-suéltame cerdo!!- 
-¡¡tráiganme el sedante!! ¡Rápido!- 
- ¡¡¡no!!! ¡¡tú no me vas a tocar de nuevo!!-
- Hay que aislarla de nuevo. Tiene otra crisis- 
-¡¡Te odio!! Déjame ir- un golpe en la nariz  libera mi cuerpo de los brazos de mi captor 
- ¡¡Aaah Dios, mi nariz!! ¡¡¡Agárrenla y pónganle chaleco!!! 
-¡¡Lorena, tranquila somos nosotros!! ¡¡¡Reacciona!!! -
-¡¡quien rayos es Lorena, porque me llamas así!!- me volteo a mirar y
- ¡ya la tengo!- siento de nuevo unos brazos fríos que me envuelven y está vez  una tela gruesa, blanquecina con ajustes atrás, enrolla mis miembros para no dejarme con libertad a mis movimientos. 
- Ya le puse el chaleco, denle el sedante. Con esta van dos crisis durante la semana
-si, ya casi no podemos dejarla afuera, asusta a los demás pacientes-  
-será mejor no sacarla por un buen- 
-hablémoslo con el psiquiatra a ver que dice- 
-toma, aquí está la inyección- 
-asegúrate que no se lleve ningún cuchillo está vez. Recuerda que se casi se mata, no pudimos alcanzarla cuando se cortó el pezón. Fue horrible-  
-si, no te preocupes, de todas maneras me había enterado de lo que había hecho….

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sabes, amiga, porque ya lo hemos comentado, la incertidumbre que me produjo la lectura de tu cuento.