jueves, 5 de enero de 2012

Vagamos

Rompemos el silencio
Como cual trueno que atraviesa una noche de tempestad
Terminamos sin haber comenzado
Majaderías de juventud

Robamos las luces de la noche
Las cortamos y nos las echamos a la boca
Más no fuimos capaces de tragar
Nos atoramos y escupimos

Mis manos fueron atadas
Y con el hilo que las detenía corté mis muñecas
Sangré y seguí sangrando
Más no morí desangrada

Tertulias, momentos inconclusos
Partituras de una canción desolada
Vehemente, pero dolorosa
Fatigosa, así como cuando el sol
Se esconde al atardecer

Vagabundos de un destino inconcluso
Testigos de un día, dolientes de una noche
Clavados en los punteros de un reloj,

Que no deja de girar.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tus versos siempre tienen sentido y me gustan.

Marta Hernández dijo...

Precioso!

Unknown dijo...

Muchas Gracias a ambas :)