miércoles, 13 de octubre de 2010

Besos



De esos que te estremecen, esos que se roban en las noches, madrugada o mañanas, que se vuelven rebeldes y atacan bajo la lluvia pidiendo perdón. Besos que varían las sensaciones y transportan. Esos besos que te vuelven loco o loca y te hacen soñar. Besos que se apoderan de tus hombros, de tus manos, de tu cuello, vientre y mejillas, besos que muerden tus labios y se desangran como sensaciones ocultas de nuestra alma. ¡Qué bello es besar!

Esos besos  que se suman a caricias, al tacto de quien te los quite, o de quien te los dé, besos locos que te quitan la vergüenza, que te ponen la piel de gallina, y te obligan a pedir otros más. Besos de bienvenida, de despedida, a media tarde y a media noche. Besos que se son creativos o que solo son un contacto sutil entre la piel.
Besos juguetones, que maquinan maldades, besos coquetos que provocan que tu termostato suba como si estuvieses metido en  medio de una fogata. Profundos, que desean, que exciten, erotizan, enloquecen.  

De esos que se insinúan, cuando aquel o aquella muerde sus labios y sonríe bajando la vista, pidiendo a gritos que le beses. Date cuenta cuando alguien te los pide, pero ten cuidado que no es fácil besar.
Es hacer el amor, es desnudar la primera parte de tu cuerpo, sin necesidad de quitarte la ropa, o llegar a una cama, es amar, encantar, conquistar, y no necesariamente los labios. El cuerpo del bien amado no es solo una boca, no es solo un par de labios.

Los besos son drogas, opiáceos, te vuelves adictos a ellos, se vuelven una necesidad, y aunque no te los estén dando, sabes muy bien que  tu mente ruega por uno más.

Amo los besos, añoro los besos, vivo de los besos, sean románticos, respetuosos o de saludos. No solo de darlos, si no de ver como otros los dan y creativamente inventar una nueva forma de besar.

Piensen en un beso, que les erice la piel, verán como sonríen solo por el hecho de recordar…. 

Espero todos hayan tenido un beso como aquellos...

1 comentario:

Daniel Rioseco dijo...

Uhhhh, que buen relato sobre los besos, yo debo reconocer que soy un amante de los besos, me encantan, como vengan y cuando vengan, los que te dan para callarte son muuu buenos jejeje es la mejor forma de guardar silencio; también reconozco que yo soy adicto a ellos, son mi opio jejeje. En fin, un ole a los besos jejeje Saludos